“Estaba pensando en quizás ir a ver una tapia de clásica que todavía no se ha escalado en Modalen. ¿Te apetece? Sin embargo, va a ser fácil una hora de aproximación y no estoy seguro de que podamos escalar algo.. Así que aventura :)”
Cuando recibes un mensaje así de Ove, es muy difícil decir que no.
Al final, tenemos todas las tardes de la semana para ir a hacer deportiva a un montón de sitios fantásticos a las afueras de Bergen, así que para un día que tengo libre, ¡qué mejor que ir a explorar un valle salvaje!
Ove ya conocía el valle y de hecho ya se había acercado hace algún tiempo al pie de vía.
La pared llama la atención, y por más que investigó en el club de escalada, parece que no hay ninguna referencia. Lo más seguro es que no se haya escalado nunca; sin embargo es muy atractiva y a Ove le parecía que podía ser escalable.
La verdad es que yo ya estaba contento solo con la idea de road trip y de excursión buscando poderosas paredes de roca. No había estado todavía en la zona de Modalen, pero había oído hablar de la belleza de sus valles de montaña a las orillas del Romarheimsfjorden.
Confío mucho en Ove; y suponía que de una forma u otra seguramente íbamos a hacer cima.
En cualquier caso, decidimos quedar pronto por la mañana y dirigirnos hacia allí.
de camino pasamos por una de las escuelas de deportiva más idílicas que he visto. Es una afirmación muy atrevida, sobre todo en la costa oeste de Noruega, pero de hecho, lo más gracioso es que ni aún así fue para nada la vista más espectacular del camino.
Solo podía fijarme en los océanos de granito que bordean el estrecho fiordo y que se abren en pequeños valles de montaña escalonados. Pese a ser julio, vemos la nieve en las montañas de hace unos días y grandes neveros en las caras norte.
Finalmente, hacia las 9.45 llegamos al pueblo de Mo donde dejamos el coche.
¡Es hora de sacar los cacharros!
Unos veinte minutos más tarde estamos ya de camino con dos mochilas muy pesadas. Estámos preparados para una larga aproximación y mi pequeño orgullo de esquí de travesía me dice que tengo que aguantar sin pestañear, aunque me estoy oliendo que va a ser bien sufrido.
Seguimos el cauce del río durante media hora hasta que llegamos a la entrada del valle de Stølsheimen. En cuanto llegamos no puedo evitar lanzar mi mochila y empezar a tomar fotos de todo. Este lugar es simplemente hermoso!
Hay granito por todas partes y vemos las cumbres nevadas. En el centro del valle, hay una pared que destaca por encima de las demás; esta es nuestra pared.
Nos llevó otros cuarenta minutos acabar de cruzar el valle hasta el arroyo que baja a pie de vía.
Desde aquí podemos ver más en detalle la pared. Es grande, sólida, constante y con muchos sistemas de fisuras que nos dan confianza para meternos a navegar.
Sacamos los catalejos y después de un rato, parece que tenemos una línea candidata.
El plan A va a ser seguir la línea, pero si no acabamos de verlo claro, parece que en las dos repisas clave de la vía podríamos desviarnos a terreno más facilón.
Tras otra media hora, finalmente estamos en la base de la pared preparando todo el equipo.
Ove avanza despacio pero sólido. La roca es compacta, tiene buenos puntos de protección, pero también algún aleje. Hay mucha vegetación en la repisa clave del largo lo que hace que haya que avanzar con cuidado.
Una vez pasada la primera panza de la pared, después de unos 40m, Ove encuentra una fisura sólida en la que hace una reunión colgante con dos camalots c4 #1.
Graduamos el largo de 5+ Noruego (5c francés).
En top rope le alcanzó enseguida, aunque me tomo mi tiempo para estudiar sus emplazamientos de material. Este granito es muy de offsets, y mejor aprender de los locales para los largos que voy a abrir.
En la reunión reorganizo el material en mi arnés y tiro para arriba. Tengo que abrir una placa por la que discurren finas fisuras, hasta una repisa en la que la pared comienza a ganar verticalidad otra vez.
A mitad de largo me empieza a llover. Menos mal que no duró mucho y que no llegó a empapar la roca.
Este es un largo facilón e intuitivo de proteger. 5- noruego o 5a francés. Muy buena roca, excelente fricción y ya deja de haber hierba en la vía.
Tras 40m encuentro un lugar idóneo en la repisa para establecer la reunión.
Ove remonta este largo enseguida y se prepara para su siguiente tramo. El L3 es un largo de transición muy bonito. Sigue teniendo elementos de la placa y continuamos por el sistema de fisuras pequeñas, pero ya vamos cogiendo verticalidad e incluso algún desplome. Este largo sale 5+ noruego o 5c francés.
Ove avanza sólido, consiguiendo puntos inteligentes de protección y al de otros 40m encuentra la fisura madre para una reunión en la que mete todos nuestros juguetes más grandes; ¡incluso los excéntricos más grandes que llevamos! Me hizo mucha gracia que para limpiar la fisura y montar la reunión, estuvo sacando tierra y hierba con el saca fisureros durante un muy buen rato. Se ganó el apodo de “el jardinero fiel”.
Una vez que le alcanzo, veo que el jardinage ha merecido la pena. Es una reunión de libro y me veo con fuerzas para comerme el siguiente tramo ahora que se pone más tieso.
Se ve la linea muy elegante y también pasa por un par de desplomes. Veo que bordeando para la izquierda se puede entrar a un sistema de fisuras más complicado y que hacia la derecha se puede llegar a terreno más fácil, pero decido seguir con el plan inicial.
Voy subiendo cómodo y aunque tomándome mi tiempo, voy sacando puntos fuertes de protección. Poco a poco voy dejando los desplomes atrás. Al final del largo, justo antes de llegar a la repisa de la reunión, decido darle un poco más de picante al largo pasando por una fisura más tiesa y que de hecho está bastante cubierta de musgo.
Esta vez es mi turno de jardinería. Limpio la fisura, le pongo un buen friend a la altura de mi pecho, limpio los siguientes pasos, y me meto al lío. Una vez en ella, me doy cuenta que efectivamente tenía un par de pasos bastante a bloque. tras un par de movimientos de confianza en los que decido tirar hasta arriba sin complicarme cacharreando, encuentro un muy buen lugar para montar la reunión. Este grado sale 6- o 6a/6a+ francés.
Ove tiene ahora los deberes finales de sacarnos por arriba.
En esta reunión empiezo ya a sentir el trote.
Parece que hay un sistema de fisuras obvias que nos llevan a cumbre un poco hacia la derecha, mientras que recto es una sección muy física que discurre por estrechas fisuras y varios desplomes.
Adivinad por donde decidió meternos Ove…
Se toma su tiempo y va encontrando puntos fuertes de protección a la base de todas las secciones complicadas. A paso firme va pasando todos los desplomes, unos tras otro; me estoy cansando solo de verle.
Finalmente escucho. “¡En reunión!”
Ahora es mi turno. Por algún motivo, incluso tras acabar de verle pasar unas secciones muy a bloque, decido asumir que en top rope no me va a dar mucha guerra. Las primeras dificultades las paso sin ningún problema y me plantó a la base del verdadero problema. Es un desplome que queda dividido por una fina fisura. Para que os hagáis una idea más acertada, parece como un gran culo. De hecho un gran culo muy feo y con una capilla de musgo. Estoy en la base del desplome y ya empiezo a sentir mis brazos pesados. Decido alzarme sobre el desplome y veo que voy tener que sacarlo con un paso de mantle. Me siento sólido mientras me alzo, pero cuando ya estaba saliendo de la sección, ¡se me va el pie! Lo siguiente que sé es que me estoy columpiando por el aire. Siempre se te para un poquito el corazón en un vuelo de clásica, aunque vayas en top rope.
Me alegro de que Ove montase otra de sus reuniones a prueba de bombas. Cuando se paró el péndulo, acabe un poco a la derecha del crux, en un sistema de fisuras algo más facilito. También muy sucio de musgo y también muy tieso, pero bastante más sencillo de resolver. Desde ahí llegue sin fricción a la reunión. Graduamos este largo de 6º noruego, o 6b francés.
Desde aquí ya solo nos quedaba una pseudo trepada de 50m de IIIº hasta el plateau somital para firmar la primera ascensión a esta tapia.
Hacemos cumbre a las seis de la tarde y tras un breve momento de disfrute nos damos cuenta de que nos queda un buen pateo hasta el coche.
Cruzamos todo el plateau somital hasta el fondo del valle donde llegamos a un lago de montaña.
Desde aquí confirmamos que la mejor manera de bajar es por la lengua de nieve que une el valle con las paredes de granito. Sin embargo, una vez en el nevero, nos damos cuenta de que la nieve está muy compacta y de que tiene mucha pendiente, así que decidimos desescalar entre la nieve y la morrena.
Una vez llegados a la parte alta del valle, la lucha no se había acabado. Era pesado andar por la ladera; mucha roca, musgo, barro…
Bajábamos cansados y a cara perro pero conseguimos un buen punto de vista en el que disfrutar de nuestra línea.
Finalmente, después de diez horas y media de actividad, estábamos de vuelta en el coche. Creo que esta vez sí que nos hemos ganado el famoso helado y el durum de falafel digno de encadene.
Hechad un ojo al Instagram de Ove para encontrar más detalles de la ruta y de otras fantasticas actividades en Noruega.