Últimamente me estáis escribiendo bastante acerca de la escalada clásica y de autoprotección. Sobre todo en cómo iniciarse, cual es nivel de base que recomiendo tener, cuál sería el mejor sistema de entrenamiento. En la forma que muchos me escribís, me da la sensación que muchos presuponeís que hay que una rodada importante en el gimnasio y llevar cierta disciplina de entrenamiento.
Mi pregunta es sencilla: ¿Se puede uno volver un escalador recio en el gimnasio?
Vivimos en una cultura que glorifica el hyper entrenamiento y la preparación. Parece que los escaladores de hoy en día tenemos que hacer yoga, crossfit, bloque y campus para ser verdaderos escaladores; como los pros vaya. ¿Pero realmente eso nos hace mejores escaladores? La pregunta es muy sencilla: no necesariamente, y menos en el grado que escalamos la mayoría.
No me malinterpretéis; seguro que te hace sentir fuerte, que nos da algún like en instagram y que incluso a alguien le impresione en tinder, pero realmente, ¿en qué medida exacta ese entrenamiento específico te ayuda en tu flow en pared, en estar bajo control colocando un microfriend desde un layback de fisura o a sentirte sólido basculando el peso sobre pasos de adherencia a cierta distancia de tu último seguro?
En el gimnasio no vas a volverte un alpinista. No va a llegar nunca el día en que por acumular horas en resina de repente te veas escalando cómodo en autoprotección o en terreno de montaña. De hecho, en mí experiencia, demasiadas horas de resina pueden incluso jugar en tu contra hasta en escalada deportiva.
El mes pasado corrió mucho por internet el último video de Alex Honnold con Jonathan Siegriszt desafiandose a seguir un entrenamiento metódico. Sorprende mucho cómo es posible que Alex Honnold, alguien que ha escalado en free solo el Capitán por una vía con secciones de 8a, diga que es un escalador con muy poca fuerza de dedos. O a la vez que Jonathan Siegriszt, una de las proezas de la escalada deportiva y del mundo del indoor reconozca tener muy poca fuerza de bíceps, incluso cuando encadena infinidad de novenos cada temporada. De mientras, nosotros nos estresamos por que no conseguimos chapar la cadena en ese 6c+ y pensamos que la respuesta es sin duda más horas de campus y de dominadas sobre romos, cuando lo probable es que ya estemos más fuertes que el vinagre.
Pensad que cuando Wolfgang Güllich inventó el campus board fue para encadenar el primer proyecto de 9a de la historia, action directe. Si hasta el 9a consiguieron arreglarselas sin campus, probablemente no sea indispensable para hacer algún pinito en el séptimo grado.
Entre escaladores de nivel medio, llegado el momento de plantearse llevar un entrenamiento estructurado, me llama la atención lo común que es pecar de ir al menú clásico de bloque, campus y entrenamientos de fuerza máxima. Adoptar un entrenamiento ESPECÍFICO y tan violento, buscando reforzar unas limitaciones que probablemente no sean las que nos están frenando ahora mismo, puede no solo jugar en contra de nuestro avance, sino llevarnos directamente a una lesión y a un valle de frustración. La mayoría de escaladores que buscan sentirse cómodos en el séptimo grado sobre chapas o en el alto sexto grado sobre autoprotección notarán un progreso más estable si centran sus energías en entrenar un mayor control corporal en secuencias estáticas y en equilibrio antes que potenciando su fuerza máxima y dinámica en el tren superior.
Últimamente estoy escalando mejor que nunca. Encadenando muchos 6c y 7a a vista o en muy pocos pegues, 6b+ a vista en autoprotección e incluso tengo muy cerquita un proyecto de 7b+ de deportiva después de tres tardes de trabajo.
En ninguna de estas escaladas he notado que me faltase fuerza en los dedos o que fuese mi debilidad como para necesitar lanzarme al campus. Esta teoría la confirman la mayoría de mis compañeros de escalada. Para escalar bien en el 7º grado lo más importante es sin duda horas de roca para desarrollar un buen flow corporal, pero sobre todo mental. Sentirnos cómodos con el tipo de agarre, adherencia y rutinas corporales para poder entrar en ese modo guerrero y comprometido en el que por fin consigues escalar sin ir con el freno de mano metido. Como ejemplo extremo, uno de nuestros compañeros en Bergen que tiene encadenado 7c de deportiva y 6c en autoprotección, no ha hecho nunca campus y promete que no es capaz de hacer más de siete dominadas seguidas. El resto de nosotros no sabemos si reírnos de él o es que se está quedando completamente con nosotros.
¿Cúal es vuestra opinión en lo que se refiere a entrenamiento y progreso? La semana que viene publicaré la segunda parte del artículo en la que hablaré específicamente sobre que os vais a encontrar en la escalada clásica: lo que amaréis y al contrario lo que os resultará brutal a primera vista. Si; en algún momento os llevaréis la bofetada que os quitará la tontería inicial y os enseñará a respetar el 6b. Preguntad a vuestros colegas, cada uno tiene su historia “graciosa”, la mía fue en la Rabadá-Navarro al mallo firé en Riglos. ¿Y la vuestra? También aprovecharemos para discutir si los grados de escalada clásica son realmente más difíciles que los de deportiva.
https://www.onthebelay.com/es/2017/11/02/rabada-navarro-al-mallo-fire-riglos/